Araceli Calvo
«La energía lumínica es muy fácil de implantar en cualquier centro veterinario como terapia dermatológica y en curación de heridas»
En pleno auge de la concienciación por el bienestar animal y el aumento de la demanda de una mejor atención para los animales de compañía por parte de los propietarios, el sector veterinario exige una continua formación y vanguardia en los últimos avances tecnológicos.
Uno de estos avances es la energía lumínica FLE de Phovia, de Vetoquinol, que ayuda a reducir el tiempo de recuperación en lesiones cutáneas y acelera la regeneración dérmica en gran variedad de alteraciones dermatológicas.
La experta en heridas Araceli Calvo, veterinaria acreditada en Cirugía por la Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales (Avepa) y por el Grupo de Trabajo Interdisciplinar Nacional de Especialistas en Heridas, nos hablará de cómo funciona la energía lumínica FLE, así como otros temas de interés para nuestro sector, como los avances en la especialización, el ‘One Health’ y las resistencias antimicrobianas en pequeños animales:
Energía lumínica: «Supone una alternativa para combatir el mal empleo de los antibióticos»
El objetivo del movimiento ‘One Health’ es que la medicina, veterinaria y ciencias ambientales trabajen de manera conjunta para defender una única salud. Una de las labores es la lucha contra la utilización inadecuada de antibióticos, que repercute en que las bacterias desarrollen resistencia a los mismos.
Gran parte de la responsabilidad recae en los veterinarios. Los datos recogen que, de cada 10 visitas de mascotas al centro veterinario, 3 salen con receta de antibióticos, este porcentaje suele ser mayor en pacientes con afecciones dermatológicas o heridas. Según estudios, el 5% de la flora cutánea en perros sanos ya presenta resistencia.
El porcentaje de bacterias resistentes a uno o más antibióticos se encuentra por encima del 56%. Esto es un problema serio de salud pública, ya que estimamos que unas 3.500 personas mueren a diario por infecciones bacterianas que no responden a antibióticos.
Se ha demostrado que la biomodulación por fluorescencia, una forma de fotobiomodulación que emplea la energía lumínica, estimula la curación de heridas agudas y crónicas. Esta energía se descubrió hace más de 50 años y se ha usado en medicina humana, odontología, medicina estética, dermatología y actualmente en curación de heridas. Desde su debut en la medicina de animales de compañía, su uso para curación de lesiones cutáneas y dermopatías ha demostrado ser de gran ayuda.
¿En qué consiste la energía lumínica FLE?
La fluorescencia es el fenómeno mediante el cual algunas substancias emiten energía en forma de luz una vez se les irradia con luz azul. Las moléculas fotorreceptoras de las células absorben la energía FLE, dando lugar a cambios químicos.
Su efecto principal es sobre la mitocondria celular (motor de la célula) estimulando la síntesis de ATP (gasolina celular). Las mitocondrias se vuelven más eficientes, lo que significa mayor producción de ATP y, por tanto, una reparación celular más rápida; y un efecto antimicrobiano por mayor producción de especies reactivas de oxígeno para la defensa contra bacterias y otros microorganismos. Además, tiene un efecto de inmunomodulación y vasodilatación de los tejidos (mayor aporte de oxígeno).
La implementación de terapias innovadoras de fácil aplicación y de coste asequible es una buena apuesta para destacar como centro. Si le sumamos una aplicación sencilla, semanal y que supone una experiencia diferente para los tutores, con el uso de gafas especiales y la fluorescencia producida, se marca una diferencia que se refuerza con unos excelentes resultados en curación.
Los pacientes necesitan menos medicación. El uso de esta terapia supone una alternativa para combatir el mal empleo de los antibióticos. Menores tiempos de curación se traducen en reducción de complicaciones. Los pacientes lo toleran muy bien, ya que se emplea habitualmente una vez por semana en sesiones dobles de dos minutos que no requieren sedación.
El trauma inicial que crea la herida desencadena una cascada secuencial de eventos moleculares y celulares para iniciar los procesos de reparación de los tejidos. La energía lumínica estimula las células, lo que genera efectos beneficiosos: reduce la inflamación, acelera la síntesis de colágeno, una reepitelización precoz y proporciona una remodelación más fisiológica.
La energía lumínica es muy fácil de implantar en cualquier centro veterinario. La recomendación de Araceli es tener la lámpara de luz azul preparada en la propia consulta, y usarla con la aplicación del gel conversor en todas las indicaciones que precisen una regeneración o cicatrización cutánea. En poco tiempo la lámpara supone un elemento imprescindible y muy solicitado.
Conocer las terapias basadas en evidencia cintífica, junto con un abordaje eficaz y un diagnóstico preciso son la clave para mejorar el tratamiento de las afecciones de la piel.