XXIV Congreso Internacional ANEMBE de medicina Bovina.
Autores: JL Blasco, C Manero, JM Carande, L Elvira
Incluir la vacuna de IBR marcado en el plan vacunal de entrada del cebadero es muy recomendable, a fin de minimizar la circulación de IBR en la entrada, y con ello el impacto negativo del SRB, así como para minimizar la seroconversión de terneros al virus campo previo a la vacunación. De modo que posteriormente, podamos revacunar frente al IBR previo a la exportación siguiendo los requisitos específicos de cada país de destino.
La exportación de terneros de cebo a países terceros es una práctica comercial de gran repercusión económica en el mercado vacuno español, con gran impacto a la hora de compensar el paulatino descenso del consumo interno (Asoprovac, 2018). Los países a los que exportamos establecen acuerdos de exportación en los que se incluyen distintos requisitos entre los que se incluyen numerosos de índole sanitaria. Así, países como Turquía exigen para la importación de animales vivos un programa de control de EEB, ser libre de lengua azul en los últimos 24m o un determinado estatus y/o vacunación frente a IBR y BVD.
El virus de la Rinotraqueítis Infecciosa Bovina (IBR) es uno de los requisitos incluidos en algunos de estos países importadores. Este virus da lugar a un cuadro respiratorio y es uno de los involucrados en el Síndrome Respiratorio Bovino (SRB). El SRB es sin duda la principal patología que afecta al vacuno de cebo, causando graves pérdidas económicas derivadas de los tratamientos, bajas, crónicos, etc. Y en el caso del IBR, a este coste sanitario se le suma la potencial limitación comercial a la exportación.
Cuando los terneros, tras su cebo, tengan como destino final su exportación a terceros países como Marruecos o Turquía, será necesario realizar un chequeo serológico que demuestre que son libres de IBR, es decir, negativos a ELISA IBR gB (no vacunados frente al IBR), o negativos a ELISA IBR gE (vacunados con vacuna marcada de IBR). Además, según el país los terneros deberán ser vacunados específicamente con vacuna marcada inactivada y/o viva frente al IBR. Cuando un lote o grupo de terneros resulta positivo, no será válido para su exportación, por lo que al impacto económico derivado de la enfermedad respiratoria, se le sumará un verdadero problema económico, logístico y comercial.
DESCRIPCIÓN DEL CASO CLÍNICO
El caso que presentamos, se trata de una explotación de 5000 plazas cuya principal actividad es el cebo de terneros pasteros de origen nacional para exportación. El lote afectado, contaba con 511 terneros que iban a ser exportados a Turquía para lo que fueron vacunados con la vacuna marcada Bovilis IBR Marker Viva 25 días previo al muestreo serológico requerido para su exportación, no habiendo sido vacunados a la entrada por decisión del propietario. El problema se produjo cuando los resultados del ELISA IBR gE realizado detectaron 489 terneros positivos (95,69%) y sólo 22 negativos (4,31%).
En este momento el veterinario abrió farmacovigilancia del caso ante la sospecha de que hubiese sido un posible fallo de la vacuna marcada. Sin embargo, tras el estudio epidemiológico del caso evidenciamos:
- Los terneros no habían sido vacunados frente al IBR tras su recepción en el cebadero sino alrededor de 1,5 meses después de la entrada, una vez decidido el destino de exportación por lo que el virus campo pudo circular previamente en el lote.
- El historial de tratamientos de los animales del lote durante el primer mes de la entrada fue superior al habitual, alrededor del 40% de terneros tratados con signos compatibles con SRB (tos, fiebre, apatía, pérdida de peso y secreciones nasales). Los animales se trataron siguiendo el protocolo habitual del cebadero, pero hubo numerosas recaídas y mayor mortalidad de lo habitual, alcanzando casi un 10%.
- Las serologías realizadas frente a IBR en animales de distintos lotes: recién llegados, positivos y negativos en las analíticas oficiales del lote afectado y animales de otros lotes que habían entrado a la explotación en fechas similares a los del lote afectado: detectándose circulación de virus campo especialmente en el lote afectado.
Quedó por todo ello de manifiesto que la seropositividad de los animales no se debió a la vacunación, sino a la circulación del virus campo en el lote, mucho antes de la vacunación con la vacuna marcada.
A partir de este momento se decidió llevar a cabo un protocolo sanitario completo tras la recepción que incluyera la vacuna de IBR marcado; así como un plan de limpieza y desinfección de los parques. Posteriormente, las analíticas de monitorización del estatus del IBR en los lotes de la explotación, con muestreo de 50 animales de los nuevos lotes recibidos, y vacunados a la entrada con la vacuna marcadora Bovilis IBR Marker Viva, detectándose sólo un 8% de animales positivos a ELISA IBR gE.