Los aditivos para piensos son ingredientes que se añaden en cantidades muy pequeñas a los productos destinados a la alimentación de los animales (del orden de miligramos por kilogramo) para ejercer funciones específicas importantes. Algunos de estos componentes son nutrientes esenciales, lo que significa que los animales no pueden sintetizarlos por sí mismos y, por tanto, serán deficientes en estos nutrientes esenciales si no se incluyen en su dieta. Algunos ejemplos son las vitaminas, los carotenoides, los aminoácidos (componentes de las proteínas), las sales y los minerales. Los aditivos para piensos también pueden mejorar las propiedades de los piensos aumentando su valor nutritivo, sabor y textura, y ayudar a mantener su calidad, frescura y conservación.
La nutrición no es la única función que ejercen los aditivos para piensos para preservar y mejorar la salud y el bienestar de los animales. Algunos aditivos, como los aromatizantes y colorantes, pueden estimular el apetito de los animales en periodos delicados (como ocurre en el caso de las personas), por ejemplo, durante el destete de los animales jóvenes. Otros aditivos para piensos, como los probióticos, ayudan a mantener el equilibrio de la microflora intestinal (como en el caso de las personas), y se ha demostrado científicamente que refuerza su sistema inmunitario. En conjunto, estas funciones refuerzan la salud de los animales y reducen la posibilidad de que sucumban a microorganismos nocivos y enfermen.
Los aditivos para piensos también pueden mejorar las características de manipulación e higiene de los piensos. Lo más importante es mantener la calidad y el valor nutritivo de los piensos, lo que contribuye a la calidad de los alimentos de origen animal. Los animales de granja necesitan piensos seguros, nutritivos, sanos y de buena calidad para producir alimentos saludables.
Por último, pero no por ello menos importante, cada vez se reconoce más la importancia de los aditivos para piensos en la mejora de la sostenibilidad de la ganadería, ya que pueden reducir la huella medioambiental, incluida la emisión de gases de efecto invernadero y de fósforo.
Un ingrediente debe someterse a una meticulosa evaluación técnica y científica para ser autorizado en el mercado de la UE como aditivo para piensos. Las exhaustivas evaluaciones realizadas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) garantizan que todos los aditivos para piensos son seguros no sólo para los propios animales, sino también para los trabajadores y usuarios que los manipulan, los consumidores de productos de origen animal y el medio ambiente.
No utilizar aditivos para piensos tendría graves consecuencias negativas para los animales, el medio ambiente y los consumidores de productos de origen animal. En la mayoría de los casos, un mundo sin aditivos para piensos implicaría la necesidad de utilizar aún mayor cantidad de ingredientes para garantizar una nutrición adecuada. Además de tener que hacer frente a las consecuencias de suministrar un exceso de pienso que podría provocar sobrealimentación y enfermedades, esto implicaría utilizar más terreno, agua y energía, aumentando así la huella medioambiental ligada a la cría de animales.
En resumen, la ganadería sostenible requiere aditivos para piensos que mejoren la digestión de los animales, lo que se traduce en un mayor índice de conversión de los piensos para un uso más eficiente del terreno, el agua y la energía. También garantiza unas mejores características higiénicas (salubridad), preservando la calidad y seguridad de los piensos y optimizando su contenido nutricional. Los aditivos para piensos son esenciales para satisfacer las necesidades funcionales y nutricionales de los animales y mantener su salud y bienestar. Vea los breves vídeos de FEFANA en los que se explica la contribución de los ingredientes especiales para piensos al bienestar animal, la cría sostenible de animales y la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos.